¿Quién no ha padecido alguna vez molestias en la rodilla? Los problemas en las rodillas son muy comunes y pueden ocurrir a cualquier edad. Pueden interferir con muchas actividades, desde la práctica de deportes hasta poder levantarse de una silla y caminar. La articulación de la rodilla, es decir, los datos propioceptivos y los mecanismos de retroalimentación neuromuscular, desempeñan un papel importante en el tono muscular, la coordinación y el control de la contracción, proporcionando y manteniendo la estabilización de la articulación.
Podemos encontrar diferentes causas acerca del dolor de rodilla:
- Debilidad de la musculatura glútea
- Sobrepeso
- Inactividad y Sedentarismo
- Problemas lumbares y descompensaciones musculares
El dolor de rodilla puede ser resultado de una lesión, como una rotura de ligamento, tendinitis rotuliana, desgarro de menisco o un desgarro de cartílago.
Desgarro de menisco. El menisco está formado por un cartílago fuerte y gomoso, y actúa como amortiguador de choque entre la tibia y el fémur. Si giras la rodilla en forma repentina mientras cargas peso sobre ella, puedes romperte el menisco.
- Lesión del ligamento cruzado anterior. La lesión del ligamento cruzado anterior (ACL) es el desgarro de ese ligamento, que es uno de los cuatro ligamentos que conectan la tibia con el fémur. La lesión del ligamento cruzado anterior es particularmente frecuente en las personas que juegan al básquetbol, al fútbol o a otros deportes que requieren cambios repentinos de dirección
- Artrosis. A veces denominada «artrosis degenerativa», es el tipo más frecuente de artritis. Es una enfermedad por desgaste que aparece cuando el cartílago de la rodilla se deteriora con el uso y la edad
- Tendinitis rotuliana. La tendinitis es una irritación e inflamación de uno o más tendones, que son los tejidos densos y fibrosos que unen los músculos a los huesos. Quienes corren, practican esquí, hacen ciclismo o actividades que implican saltar pueden padecer una inflamación en el tendón rotuliano, el cual conecta el cuádriceps, en la parte frontal del muslo, con la tibia.
La ubicación e intensidad del dolor de rodilla puede variar según la causa del problema. Los signos y síntomas que a veces acompañan el dolor de rodilla son:
- Inflamación y rigidez
- Enrojecimiento y temperatura al tacto
- Debilidad o inestabilidad
- Sonidos de chasquidos o crujidos
- Incapacidad de enderezar completamente la rodilla
Lo esencial y determinante en estos casos es acudir a profesionales, pedir consejo y si vemos que las molestias no remiten al cabo de los días mediante el tratamiento básico, acudir a especialistas para un diagnóstico adecuado. De esta forma podrás abordar el problema de forma mucho más eficaz y reduciendo la posibilidad de recaer en la lesión.
En la mayoría de casos de personas que llevan una vida sendentaria suele ser debido a la falta de tono muscular y estabilidad. No son problemas que un fármaco vaya a solucionar, por lo que el ejercicio se antoja la alternativa más saludable en estos casos siendo el tratamiento preferentemente a seguir.
Del mismo modo ocurre en el caso de las descompensaciones, las prescripciones de ejercicio físico supervisado le ayudarán a mejorar sus patologías y otorgándole incluso más beneficios a nivel general, que simplemente la sensación de dolor localizado.
Desde JT Trainer Health Club bajo la supervisión de profesionales de la actividad física, la fisioterapia y la nutrición, estaremos siempre dispuestos a proporcionarle una alternativa y una solución que le ayude a mejorar y disfrutar su día a día con el enfoque más saludable.
BIBLIOGRAFÍA